domingo, 24 de noviembre de 2013

Julius Evola

La sociedad moderna se presenta precisamente como un organismo que desde el tipo humano ha pasado al subhumano, en el cual toda actividad y toda reacción es determinada por las necesidades y las tendencias de la pura vida corporal. Sus principios dominantes corresponden exactamente a la parte animal y orgánico-vital de las jerarquías tradicionales (mercaderes y siervos): el oro y el trabajo. Tal como se han orientado las cosas, estos dos elementos van a condicionar casi sin excepción toda posibilidad de la vida para forjarse ideologías y mitos, mediante los cuales resultaría más clara la profundidad de la moderna perversión de todos los valores.
Revuelta contra el mundo moderno (1934)

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